"Si tu saltas yo salto ¿Recuerdas? No me alejaré de tu vida sin saber que estarás bien...Es todo cuanto quiero. "
Si plantearas la cuestión de qué es el Titanic a cualquier persona, a la primera con la que te tropezaras, a no ser que fuera de una tribu o civilización lejana, no se encogería de hombros. Hasta el más despistado, te diría que es la palabra que da nombre al trasanlántico más grande del mundo, que llegó a hundirse tras chocar contra un iceberg. Respuesta poco extensa, pero suficiente, ya que enclava en poquitas palabras lo más transcendental de aquella historia.
Por este motivo, cuando te plantas frente a una pantalla, y lo próximo que vean tus ojos sea la vida corta del Titanic, con toda la ilusión que caracterizó ese plan, no importa los innumerables que podamos encontrar en ella.
No importa que en él naveguen los pasajeros más azucarados de los mares. Ni que te puedan gustar más o menos los personajes ( en esa época yo estaba enamoradísima de Dicaprio).Todo eso es lo de menos. Lo que sí esperas es que el hundimiento del barco sea demoledor; que te corte la respiración y que no decepcione. Porque el Titanic siempre será el gran barco que se hundió. Y podría asegurar, que todo el que busca el film, lo hace para contemplar el modo en el que lo lleva a pique, en el que todos ven su vida pender de un hilo, en el que los violines llegan a poner los pelos de punta. Y seamos claros; James consigue por lo menos para mí, que el hundimiento del famoso trasatlántico sea el mejor y más espectacular jamás filmado nunca. Y para que se transmita, se saboree bien, y se mastique lo tan fuerte vivido en esos años.Es un precioso regalo que nos da el director.
Viendo Titanic me preguntaba del por qué los romances en pantalla resultan poco creíbles o muy ñoños. La respuesta me vino casi de inmediato. Puede ser que en el mundo real un amorío se vive pausado, marcando unas pautas. Pasan meses hasta que se ven los verdaderos avances. Una relación "real" funciona con un lógico tempo.
Película para ver. Merecidísima de 11 Oscars, y increiblemente interpretada, marca un hito en la historia del cine. Tres horazas de peli, que no aburre en ningún momento. Reviste a Romeo y Julieta, en una historia real, con final dramático. Derroche de efectos, que transpasan la pantalla. No digo más.
Quien no se haya atrevido aún a verla.. ¿ A qué esperas?
La última hora es la que vale. Lo demás es puro azúcar.
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