miércoles, 9 de marzo de 2011

Definitivamente, quizás

-Aún falta el final feliz
- ¿ Cuál es?
- Tú.


Honesta, decente y con buenas intenciones. Suena bien ¿Verdad? Ésta es la enumeración que te puede acercar al paseo por esta comedia romántica. Y sin final previsible (algo que agradecemos...).
Si quieres que me centre en su contenido sólo te diré, que se trata de una propuesta inteligente, que recuerda a un público exigente, adulto y sobre todo... no idiota. Llega a dibujar la perspicacia en sus personajes, te empapa de realidad, y sobre todo, te emociona con su magia.
Ya dicen que no importa tanto el qué sino el cómo... y así es. En esta ocasión, la historia gira entorno a una pregunta que le plantea una hija a su padre: Cual era su vida antes de casarse, algo que ofrece diversidad de historia, que no da lugar a una única estableciéndo ahí su final, ya que se plantea un juego de amores en el que la pequeña debe adivinar cuál era su madre.
Mi sabor de boca al terminal de verla: dulce y optimista.


¡ No me digas... que no te mueres por verla!

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